¿En qué consiste la carboxiterapia?
La carboxiterapia es un tratamiento estético que consiste en la inyección de dióxido de carbono (CO2) en la piel o en el tejido subcutáneo para estimular la circulación sanguínea y linfática y promover la producción de colágeno. El objetivo principal de este tratamiento es mejorar la apariencia de la piel, reducir la celulitis y las estrías, y promover la eliminación de la grasa localizada.
Durante la carboxiterapia, el gas CO2 se inyecta en la capa superficial de la piel o en el tejido subcutáneo a través de una aguja muy fina. La cantidad y la ubicación de las inyecciones dependerán de la zona del cuerpo que se esté tratando y del objetivo del tratamiento. La duración de cada sesión suele ser de unos 30 minutos.
Se cree que la carboxiterapia funciona de varias maneras. El CO2 inyectado en la piel ayuda a dilatar los vasos sanguíneos y aumentar el flujo sanguíneo, lo que puede ayudar a mejorar la oxigenación de los tejidos y estimular la producción de colágeno. También se cree que el CO2 puede ayudar a mejorar el drenaje linfático y reducir la retención de líquidos y la celulitis.
La carboxiterapia se utiliza comúnmente para tratar la celulitis, las estrías, la flacidez de la piel y la grasa localizada en el abdomen, los muslos y las nalgas. También se puede utilizar para tratar cicatrices, arrugas y ojeras.